miércoles, 14 de marzo de 2012

Sirve en la esclavitud que libera





Foto: Martin Hill


86.

Sirve a tu Dios, presente en este templo, que es la vida. 
No seas loco, pues las sombras de la noche pronto se espesan.
Me ha esperado durante la eternidad de las edades; 
por amor a mí, El ha perdido su corazón. 
¡Y yo ignoraba la felicidad que tan cerca tenía! 
Mi amor aún no se había despertado.  
Pero ahora mi amante me ha dado a conocer 
el sentido de los sones que percibieron mis oídos. 
Ahora he realizado mi felicidad.


Kabir dice:

¡Contempla cuán grande es mi ventura!
¡He recibido la infinita caricia de mi Bienamado!




(1398 - 1518, según la tradición)