Cuidadora de humildad, valedora de la esencia,
abrazas cuanto se halla en tu presencia.
Alma de claridad y transparencia, hermana de la tierra,
danzas diligente en la que todo encierra.
Tacto de verdad, a todas partes llegas,
y total y una en cada partícula te entregas.
Sin mudarte, cambias. Sin negarte, creas.
Y florece el mundo al darte cuando aleteas.
Cima de la bondad, sanadora de llagas,
que al seguir confiando las apagas.
Guardiana de eternidad, que profundamente anidas.
Consejera de suavidad y de retorno sin medida.
Espejo de inocencia, guía de caridad.
La que todo favorece en su bondad.
Tutora de sinceridad, alkimista de posibles,
breviario de santidad y de todo lo apetecible.
Beso de Silencio, de Tierra y Cielo
( y verbo del sabio de orejas de ciruelo),
consiéntenos, colabóranos, danos consuelo,
muéstranos el prodigio y la paciencia,
y los sutiles alientos de trascendencia.
Agua que vida acoges con aparente simpleza,
enséñanos a ser "Éso" con bondad, con verdad y con belleza.